jueves, 10 de julio de 2014

DON JAVIER MASCHERANO

Lo recuerdo como si fuera ayer. Llegaba el Hércules al Camp Nou y tenías ante ti el reto de ganarte bien pronto a la afición azulgrana. Era tu debut y lo hacías en el mediocentro, esa posición donde te ganaste el respeto tanto en el Liverpool como en la albiceleste. Habías dejado claro que eras de los mejores del mundo en ese puesto, pero el Barça es otra historia, como ya habrás descubierto. Te costó jugar con tantos metros a tu espalda y teniendo que asumir siempre el peso ofensivo. 0-2 os ganaron y estoy convencido que notaste, en primera línea, la exigencia de un club como el Barça, donde cualquier traspiés se considera la caída del Imperio romano.

Fue cuestionada tu valía, puestas en entredicho tus condiciones para jugar en el Barça, pero eres El Jefecito y te limitaste a liderar, y trabajar, en silencio. "Tengo claro que el titular es Busquets", asumiste con humildad, tú, un tipo que lucías en aquel entonces el brazalete de la selección argentina. Tú, que venías de vuelta en esto del fútbol y debías competir con un recién llegado. Aún así, fuiste capaz de reconocer que otro era el mejor para ese estilo, para ese juego, y continuaste liderando, y trabajando en silencio. Con el convencimiento de poder sumar, acudiste al rescate del equipo en el eje de la zaga ante las continuas lesiones de Puyol y Piqué. "Las lesiones hacen que yo pueda jugar, porque por delante están los dos mejores centrales del mundo”, dijiste de nuevo y Pep apostó por ti en esa zona hasta final de temporada.

Respondiste como sólo hacen los Jefes en momentos delicados, y de qué manera. Tu cruce ante Bendtner es ya historia del barcelonismo reciente. En esa jugada, en ese corte, pudimos ver el carácter de un jugador que apostó por ganar en el Barça, por superarse ante la adversidad y, sobre todo, por respetar la jerarquía de un equipo donde "todos hacen de todo". Hoy has tomado la palabra y has ejemplificado con tu discurso las muchas de esas virtudes que atesoras como jugador y que todo culé debería interiorizar cuando vienen mal dadas. "En el fútbol, los más grandes son los humildes", acertaste a decir una vez, y si este Barça quiere seguir siéndolo, humilde deberá ser para afrontar la derrota con calma y entereza, y humilde deberá ser volver a superarse otra vez. Tú, liderarás, y trabajarás, en silencio aunque se echen en falta más veces tus palabras. Siempre lo he dicho... Eres el capitan sin brazalete del Barça

A POR LA COPA DEL MUNDO CRACK